sábado, 28 de mayo de 2016

...¿TERROR?...¿DONDE?



     ¿Qué ha pasado? ¿En que momento la industria del cine de terror se volvió tan chunga?

Sí, la palabra es chunga, y me quedo corta. Chunguísima. El verdadero terror ha desaparecido de la gran pantalla. Da paso a una serie de historias tan predecibles como que el sol salga una mañana y se ponga por la noche. 

Para postres aún es peor de lo que nos imaginábamos. Ahora a los lumbreras productores de arriba con pasta fácil y con poco cerebro les da por rescatar películas de antaño. Reliquias totalmente increíbles del género con personal que sí curraba al milímetro todo lo que hacían. Desde la historia principal hasta los escenarios, la fotografía, el maquillaje. Con casi cero efectos especiales te hacían pasar más miedo en una escena que en toda una película de hoy en día.

Están taaaan de moda las películas rodadas sobre fondos verdes que no os extrañéis que pronto salga un remake llamado "Fondos verdes fritos..."
Amigos lectores, tanto efecto especial nos está pasando factura. Es como si con tanto frame digital por segundo estén friendo nuestros cerebros de tal forma que nos pensamos que lo que estamos viendo es terror cuando en realidad solo son píxeles dibujados con una tableta.

Es triste ver gente en el paro que se dedicaba a la realización de Efectos especiales a la antigua. Donde las vísceras antiguas del monstruo de turno que te desgarraba las tripas las hacían con las sobras de las vísceras del día anterior del puchero de tu abuela aderezado con mermelada o sirope de frambuesa tan utilizado para hacer la sangre. Hasta las más de 20 horas que se usaban en maquillajes para por ejemplo dar vida al archiconocido Freddy Krugger.
Queréis decirme que ha sido de esas personas? todas han sido reemplazadas por maestros digitales? triste, muy triste.

Otra moda que se puso muy de moda, fueron las películas rodadas en primera persona.
Santo cielo, que pesadilla, que mareo, que ganas de vomitar con los giros de cámara tan rápidos y movimientos de cámara corriendo que me daban una aneurisma cerebral. Os juro que yo rezaba por los espectadores de la primera fila para que no dejaran un regalito a la salida de la película.

Que si, que el Proyecto de la bruja de Blair dio mucho que hablar. Pero por favor que después de eso empezaron a no parar de salir películas de ese mismo estilo que contaban todo el rato lo mismo. Te hacían creer que los propios protagonistas de la película eran los que la rodaban y nada mas lejos de la realidad. Como puede creerse uno que los protagonistas de esas películas se dedicaban a ir de acampada con una cámara valorada en mas de 10.000€ de bolsillo y que casualmente cuanto mas en peligro estaban conseguían captar el peligro de una forma tan directa.Vamos que no me lo trago.

Necesito por favor, guionistas. Gente que se la juegue un poco. Mucho se han metido con el director del Sexto Sentido, que desde entonces no levanto la cabeza mucho que digamos, pero al menos lo intentó, y eso es lo que cuenta. Hoy por hoy ir al cine de terror es para mí un fracaso de dinero tirado por la borda. Historias que ya me las cuelan tan solo con ver el trailer. Sustos que intuyo de sobra donde irán, giros del destino diseñados por un ordenador que escribe guiones y no por gente preparada para escribir, que la hay y mucha.

Necesito levantarme de la butaca y pasar autentico terror, del de hace años, pero lo veo difícil. Me tendré que contentar con ver las películas originales que siempre estarán ahí y cagarme de miedo con tan solo escuchar un tintineo de campanas como el que nos dejó brillantemente Mike Olfield en el Exorcista.


Solo es una opinión de una humilde servidora. Os perece que tengo razón? sino, por favor abridme los ojos, como al Noriega.